Yo sé que vivir conmigo no debe ser un sueño maravilloso, pero llegué a la conclusión de que mi familia y yo hemos nacido de dos repollos diferentes. " You say tomato, I say tomatoe..." diría la canción... y no hay nada más gráfico que pueda describir mi situación. No hay coincidencia, no hay alcoyana, alcoyana... cuantos más años tengo, las diferencias son cada vez más marcadas. Maneras de pensar, filosofías, ideologías y hasta religión. A veces me pregunto, "qué hago yo acá?". Y mi sueño de vivir en otro lugar se ha esfumado ultimamente porque le tuve que poner pausa a mis planes, obligada por una situación de salud. Será que es una prueba, quedarme en la casa familiar para moldear mi carácter? o simplemente es un fastidio producto de un destino mal parido?
Ya tengo que cerrar la boca porque me da vergüenza opinar siempre distinto. A veces pienso que la distancia es lo que une a las personas... quizas esa distancia es la que necesito para no agarrarme de los pelos con todo el mundo.
Y no quiero herir a nadie ni que nadie me haga explotar, entonces me encierro... pero el encierro es tomado como problemita psicológico... entonces ya fue ubicado en la gaveta correspondiente de "mi hija mayor pobre, siempre con algún problema".
Ellos no van a cambiar, ya están de vuelta. Pero yo sí puedo elegir mi camino... mi camino es una corta distancia... ojalá pronto pueda lograr comprarme el pasaje y cruzar esa barrera.
Los hijos, son los hijos de la vida . ( nunca tan bien dicha esa frase)
Ponka.
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