Las cosas nunca salen tan bien como cuando se siente que fueron destinadas . Cuando uno transita por los intespestuosos caminos de la vida sin esperar nada, como un libro abierto, y de repente ZAZ! ahí tu recompensa!
Son pequeños como las estrellas vistas desde la tierra e inmensos como cuando las vemos desde el espacio... son esos mágicos momentos en los que nos damos cuenta de que no toda la suerte está perdida... son granitos de esperanza que nos hacen sonreir dos segundos que valen por mil.
A mí me pasó ayer... no esperaba nada... salí a caminar, me sentía bien y hace bastante que no me sentía así... y pasando por una vidriera veo la campera que quería comprar hace meses y que ni siquiera busqué (porque odio comprar ropa) ... y me la probé (a pesar del calor tropical) y quedó perfecta. Encima a precio de liquidación. Sí, parece tonto... pero mi año fue bastante malo, imaginense cuánto que me puse contenta de encontrar un cuero cogado de un maniquí....
A veces hay que valorar esas cositas ... son como mágicas, nos alegran el día.
Les deseo que les pase pronto.
Ponka
una servidora con campera nueva.
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